Pensamiento Anticipatorio: Una Habilidad Esencial del Siglo XXI

Mattia Vettorello
6 min readMar 1, 2021

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¿Cómo mejorar la preparación e inculcar la adaptabilidad en el diseño de una estrategia de innovación superior?

Escrito por Mattia Vettorello y Boris Eisenbart

Asombrosamente traducido por Abril Chimal

Un escenario dinámico interconectado

Las oportunidades se esconden detrás de los desafíos que deben enfrentarse en el presente para dirigirnos a un futuro próspero. Si dejáramos de ver las incertidumbres y ambigüedades como obstáculos, podrían convertirse en un incentivo para impulsar la innovación. El sistema social está muy entrelazado y en constante cambio, lo que hace difícil detectar e identificar oportunidades dentro del entorno. Utilizando el marco Cynefin de Snowden, existen dominios conocidos como simples, complicados, complejos y caóticos. El sistema social se sitúa en el dominio caótico. Este dominio se caracteriza por utilizar prácticas novedosas, por lo tanto, no existe un parámetro que denomine si son “mejores” o “buenas” prácticas. De hecho, se necesita una exploración a través de la acción, la creación de sentido, tener una respuesta y comprender de forma simultánea el desafío mientras se diseña una posible solución. Hay que estar siempre conscientes de que estos desafíos y su dinámica inherente dentro de los sistemas están en continua evolución. Por tanto, también deben ser así las “soluciones”, y tampoco existe una comprensión clara de la relación causa-efecto que garantice una situación favorable en el futuro. Por ello se necesitan nuevas formas de razonamiento y acción que ayuden a navegar y mejorar la preparación en dominios caóticos.

En estas situaciones, las organizaciones y los gobiernos deben fomentar el uso de estrategias prospectivas que lleven a la innovación de una manera novedosa. Deben actuar e invertir en el aprendizaje, la preparación, y la acción sobre posibles futuros. Esto es para crear un sentido de cómo una determinada situación / futuro puede desarrollarse, cómo eso podría generar un impacto, ya sea positivo o desfavorable, y qué acciones deben tomarse en tal situación. Esta adquisición de conocimiento funciona como base de datos que sirve para incentivar la acción y la mejora en la toma de decisiones en el momento en que el posible escenario se materialice.

Plan estratégico lineal

La innovación estratégica se define por una visión de futuro que impulsa el emprendimiento organizacional, generalmente con un horizonte de tres a cinco años, incluso más años dependiendo del contexto de innovación. Para poner en marcha la estrategia, se desarrolla plan de trabajo lineal y estático desde el presente hasta el horizonte futuro previsto con las metas a lograr. Sin embargo, debido a la ambigüedad antes mencionada y los sistemas sociales en constante cambio, tal enfoque de trazar metas consecuentes únicos tiene claras deficiencias.

A medida que se desarrollan las incertidumbres y la ambigüedad los procesos lineales obstaculizan la progresión y adaptación una vez que estas se convierten en certezas.

En la última década, hemos visto a organizaciones grandes y aparentemente sólidas desmoronarse debido a su incapacidad para actuar sobre algunos cambios significativos en la sociedad. Algunos ejemplos famosos son Kodak, Hertz, Nokia y Blackberry. Se sabe que estas organizaciones no fueron capaces de adaptarse y dirigir operaciones permaneciendo ciegas a un futuro diferente. Para que la hoja de ruta lineal funcione eficazmente, es necesario tener un alto nivel de certeza con respecto a las influencias exógenas.

Ilustración de un plan de trabajo lineal

Pensamiento Anticipatorio

Basándonos en estos ejemplos tautológicos, proponemos la necesidad de implementar el Pensamiento Anticipatorio como una forma de aprender, prepararse y actuar frente a incertidumbres y eventos inesperados. El Pensamiento Anticipatorio es una habilidad esencial para el siglo XXI para así impulsar la innovación en un contexto social que está en constante cambio. Necesitamos adoptar esta forma de pensamiento para cambiar radicalmente el pensamiento a corto plazo que existe hoy en día.

Tener una mentalidad dirigida por la novedad permite incorporar ideas para diseñar y experimentar con futuros alternativos.

Utilizar metodologías prospectivas nos permite explorar, identificar y comprender tendencias, señales débiles y comodines que pueden influir en la realización de dichos futuros. El futuro no es lineal, por lo tanto existen distintos futuros, algunos son una proyección del presente, algunos son preferidos, algunos son plausibles y algunos son eventos absurdos. El Cono de Futuros es un ejemplo general de cómo visualizar diferentes futuros. Puedes ahondar en el tema visita nuestro artículo anterior [en inglés].

Ilustración: Cono de Futuros

Al aplicar el Pensamiento Anticipatorio en el diseño de estrategias, las organizaciones y los gobiernos pueden proyectar las necesidades sociales y ecológicas en un futuro preferido, fomentar la preparación en caso de eventos adversos e impulsar la innovación de manera efectiva. Para dominar ese pensamiento, los líderes deben trabajar en la Alfabetización sobre Futuros (Futures Literacy), tema que se destacó firmemente en la última Cumbre de Alfabetización sobre Futuros de la UNESCO. La Alfabetización sobre Futuros busca fomentar el aprendizaje de capacidades específicas como las que se presentan en este breve artículo para explorar y reconocer que nuestros futuros pueden diseñarse y estar parcialmente influenciados por nuestras acciones. Es muy eficaz para informar la toma de decisiones de hoy.

Usar el Pensamiento Anticipatorio no significa que podamos predecir el futuro en cada detalle, significa poder construir modelos que contengan una amplia gama de acciones en las que se puedan basar las decisiones.

Las acciones están específicamente relacionadas con el contexto de la organización o el gobierno y lo que están tratando de lograr; por ejemplo, desarrollando un nuevo dispositivo de tecnología médica o compilando una nueva política. Se trata de construir esa base de datos basada en el conocimiento de posibles direcciones para elegir cuando se experimenta un obstáculo o tendencias y desarrollos que son adversos a la dirección actual. Se trata de responder “¿cuáles pueden ser las instancias futuras para las que deberíamos planificar, qué pasa si ocurre algo imprevisto, entonces cómo debería la organización dirigirse hacia una dirección u otra?” Para ser efectivas, las acciones hipotetizadas antes deben actualizarse con la información recién recopilada y la creciente certeza de la situación real que se avecina.

Fusionar la anticipación con la linealidad

Sin embargo, el simple hecho de visualizar futuros diferentes no ayuda a diseñar estrategias de innovación superiores. Sugerimos fusionar los dos aspectos subyacentes (la conexión de elementos de retroalimentación y la generación de opciones alternativas) para definir metas publicitarias claras y realizables mientras se mantiene una buena flexibilidad para los cambios durante el proceso.

Para comenzar un plan de trabajo lineal es fundamental para informar cada ruta estratégica hacia diferentes futuros preferidos. Luego, los líderes deben incluir flexibilidad, adaptación y anticipación para aumentar la preparación y la oportunidad de cambiar de dirección.

Esto se puede lograr mediante el uso del pensamiento anticipatorio que une el presente y los diferentes futuros proyectados. Las organizaciones o los gobiernos deberían invertir en tal pensamiento para mejorar su nivel de preparación para la innovación. En pocas palabras, ya tienen planes si se produce algún bloqueo, pueden actuar antes de que cualquier evento afecte de forma irreversible la ruta de la innovación. Esto puede dar certezas internas en torno a lo que se necesita maniobrar para llegar a un futuro determinado a pesar de los obstáculos y cambios que surjan en el camino.

Ilustración: Plan de trabajo incluyendo el Pensamiento Anticipatorio

Los líderes organizacionales y gubernamentales pueden beneficiarse enormemente adoptando el Pensamiento Anticipatorio para el desarrollo de proyecto innovadores. También deberían operar de acuerdo con la “teoría del juego infinito” que se basa en un viaje a largo plazo sobre victorias competitivas a corto plazo. La definición inherente del juego infinito enfatiza el hecho de que no se necesitan victorias individuales para llegar al éxito. Sin embargo, se requiere una mentalidad superior y un proceso de innovación para ir más allá de la recompensa presente y a corto plazo para construir una ventaja competitiva duradera. En dominios caóticos, el pensamiento anticipatorio puede ayudar a detectar oportunidades y diseñar innovación para futuros sostenibles.

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Mattia Vettorello

I help companies and their leaders navigate the ambiguous innovation journey | mattiavettorello.com